¿Qué importan nuestros datos?
En respuesta a la preocupación que ha suscitado en algún usuario la petición de V-Turner de costear sus servicios en dispositivos Marantz (entre otras marcas) por US$ 4 al año, Hoyman quiere arrojar un poco de luz al respecto.
Incluimos una contestación corta y un desarrollo para aquél que quiera profundizar someramente en el tema.
Marantz incluye un servicio en sus aparatos. Este servicio, el vTurner, pide 4 dólares al año (menos de 25 céntimos de euro al mes) para que a ti, oyente de esa gigantesca y excelente red de emisoras de radio por Internet, no te metan publicidad no deseada y no estén escudriñando tus gustos y aficiones vendiéndoselos después a otras compañías para poder manipularte conductualmente a pleno gusto. Todo eso tiene un precio. En realidad es una muy buena noticia, porque al menos se nos da la opción (aunque todavía existe la posibilidad de no "pasar por el aro", como se ha escuchado erróneamente) de tener un mínimo control de lo que es mejor para nosotros. La mayoría de los servicios vinculados a la infotecnología ni siquiera lo ofrecen: o aceptamos el trueque (que la mayoría ignora por completo) o nos quedamos sin servicio.
Fuente: gafam.info
Estamos inmersos en una época nueva, porque el ser humano jamás había conocido el negocio del tráfico y tratamiento de datos individualizado como lo vivimos ahora. Nos hemos acostumbrado a acceder sin pagar un solo euro a tecnología que hasta hace nada era ciencia ficción. Pocos habrá que no se hayan preguntado cómo es posible tanta generosidad de parte de los grandes tecnológicos (GAFAM, para los amigos). Conocemos la respuesta: cuando un servicio es gratuito significa, sencillamente, que el producto eres tú. Google, Apple, Amazon y demás colosos (solo Google ha ganado en este primer trimestre de 2021 US$ 55.300 millones) recaban ingentes cantidades de información de cada uno de nosotros a través de los múltiples dispositivos y sus aplicaciones. Saben qué hacer con ellos. Es algo que aún no está reglado en forma y que no se oculta. Uno acepta los términos y condiciones (¿te suena?) y ya, ha consentido que dispongan de todos sus datos. Las fotos y los vídeos son lo de menos y es lo que más suele preocupar: es el propio uso, cada movimiento que haces dentro de una aplicación, lo que ves y lo que no, lo que te interesa o desechas,... quiénes somos.
Fuente: digitalinformationworld.com
El lector, en este punto, se estará cuestionando la importancia de ese hecho diciéndose que él no tiene nada que ocultar, que en realidad no tiene tanta importancia, que no hace nada malo. Aun suponiendo que eso sea cierto (atentando, como lo hace, contra el derecho básico de la individualidad), al consumidor sí debería inquietarle que, con los datos de todos, los algoritmos son capaces de conocernos mejor que nosotros a nosotros mismos. ¿En qué se traduce algo así? En que tu capacidad de decisión, querido usuario, está siendo condicionada sin que tengas la menor idea de que está sucediendo. Estas empresas que recopilan datos saben que el ser humano no elige lo que desea (lo que hemos llamado siempre libre albedrío), de modo que ya lo hacen ellos por ti. Parece ciencia ficción, incluso suena a conspiración: no, es una realidad.
Dicho esto, el único modo de evitar semejante manipulación (estamos sumergidos en un verdadero problema global del que apenas se ha empezado a debatir) es no permitiendo que se recaben nuestros datos. Y, al igual que para obtener una información de calidad tenemos que pagar (sentimos descubrirte que esa información veraz y honesta no se encuentra en las redes sociales, más bien al contrario), igualmente hay que pagar para que las empresas no se lucren de modo tan obsceno con nuestros datos para luego vendernos lo que quieran haciéndonos creer que somos nosotros los que hemos elegido hacerlo. Y a veces ni siquiera eso se garantiza (véase Netflix, por ejemplo: servicio de pago y recopilación descomunal de datos).
Lo que aún esté de nuestra mano decidir, hagámoslo bien y pongamos las cosas en su justa medida. Es nuestra humilde recomendación.
Fuente: dsxhub.org
Si te interesa el asunto, por favor, no dejes de dar tu opinión al respecto en los comentarios.
- Creo que Marantz/Denon deberían modificar su firmware para que el usuario de los modelos más antiguos (un M-CR611 comprado en 2018 en mi caso) pudiera elegir el servidor de radio por internet y no obligarle a vTuner y sus condiciones.
- He pagado mi suscripción anual de vTuner, pero el servidor no carga podcasts de ninguna emisora, aunque sí sintoniza radios en directo. ¿Alguien tiene este mismo problema?
Saludos y gracias al equipo de hoyman.es por el blog